¿Por qué les duele San Lorenzo?

Debate San Lorenzo
Por Debate San Lorenzo 9 minutos de lectura

Antes de que empiece el partido, que finalmente ganó con absoluta justicia, Lanús, veía un grupo de hinchas de este club que opinaban ante un micrófono, algo que se repitió todo el torneo: San Lorenzo a través de su vicepresidente compró el campeonato.

No es natural que el fanático de Lanús haya llegado con desconfianza al estadio de River. Esta cosa de “San Lorenzo gana ilícitamente” lo empezó ex periodista de la televisión pública, Elio Rossi, quien en una transmisión de Gimnasia La Plata dijo abiertamente “sí está todo arreglado para San Lorenzo que nos avisen ahora”. Una locura, propia de alguien que tiene algo contra el club de Boedo de antemano, y lo dispara al aire.

Pero la idea se extendió, prendiendo rápido en todos los subnormales que hoy son hinchas de Lanús por dos días, y festejan con ellos el título, esta cosa de que los del cuadro de Boedo no se ganaron la participación en la final sino que se la regalaron desde adentro los árbitros. Si uno repasa las estadísticas no fueron tanto los penales que le cobraron a los dirigidos por Guede. El Ciclón no tuvo goles polémicos por posiciones adelantadas alevosas, ni tampoco se benefició de miles de expulsados del rival por medidas injustas. Entonces cabe preguntarse, ¿qué duele de San Lorenzo? ¿Es acaso que su vicepresidente sea Tinelli? Aclaro que ante esta segunda pregunta es conocida mi posición acerca de la dirigencia de San Lorenzo, y que para mi no son todas rosas en estos últimos años, acá tampoco lo voy a diferenciar de Lanús, rescatado por resabios de la vieja política como un modelo ejemplar. No es un texto que viene a hablar de esto, pero este cronista desea ver la cuenta del final, y no tanto el derroche de ensalzamientos del periodismo que después cuando sucede lo que le pasó a Velez, olvida rápidamente lo escrito con tinta sucia en pasquines berretines.

San Lorenzo es un club que sabe reinventarse. Tendría que haber desaparecido allá por 1981 por primera vez, cuando vendió (le expropiaron), su estadio entre mezcla de dirigencia infame y dictadura voraz a la cual no se le podía negar el gusto, de fundir al club que había recibido a las madres de Plaza de Mayo. Sabe redescubrirse, regenerar sus raíces porque en 1982, sin cancha supo llenar estadios ajenos haciendo un campañon para volver a primera en el campeonato de 1983. ¿Quién te va a perdonar que estés vivo si tendrías que estar muerto? Ese campeonato de 1983, jugadores que no tenían ni siquiera el agua necesaria para higienizarse, salieron subcampeones.

La segunda muerte del Ciclón tendría que haber sido en 2012. Sin jugadores de nivel, la dirigencia robándose lo poco que quedaba a nivel institucional, y una condena casi explícita por campañas anteriores al descenso, el club sacó de los hinchas y de un DT carismático la fuerza que desembocó en la salvación y los posteriores campeonatos logrados de 2013, y la libertadores 2014.

Entonces, ¿qué les molesta de San Lorenzo? La respuesta parece ir por el lado de su gente, porque ¿qué es el hincha de San Lorenzo?. Ahí debe buscarse la explicación de tanta saña con cierto presente positivo de la institución.

Foto: San Lorenzo Oficial

El hincha de San Lorenzo es diferente. Es la esencia que tiene adentro lo que molesta. El fanático de San Lorenzo es un hombre de culto, que rinde homenaje constante al objeto de su admiración. El tipo de hincha del club es el que genera bronca, y cierta porción de envidia en el resto de los simpatizantes de otros clubes. La anormalidad de no ser solo el típico seguidor que se interesa por el mercado de pases, cargar a un rival, o de solo ir a la cancha a “bancar los trapos” como se ha viralizado en esta famosa cultura del aguante de los últimos años.

Ser un hincha de culto, en el amplio sentido del concepto significa que periodistas reconocidos por su simpatía con los colores usen corbatas azulgranas en los programas que conducen, que miles de cuervos vayan a la oficina con ropa del club. El hincha de San Lorenzo sabe como nadie la historia de la institución, cada detalle lo cuenta con la precisión de octogenario que estuvo presente aunque en realidad tenga entre 20 y 35, y haya visto un tercio de la rica historia de San Lorenzo. Pero sobre todas las cosas el fanático de San Lorenzo no tiene término medio, deja de lado la simple simpatía y se convierte en el “fana” ciego que es capaz de sentir orgullo por ser un club de barrio y sin desvivirse por ser el más grande del país, ningunea cualquier posibilidad de emularse con Boca o River, porque la grandeza está ahí, en las 4 millones de almas que viviendo en Buenos Aires o Sudáfrica sienten una pertenencia infinita con Boedo, su lugar en el mundo. 

   En resumidas cuentas, el hincha de San Lorenzo quiere ser de San Lorenzo, con todo lo que eso significa. 

Mañana, cuando el día ilumine esta Buenos Aires lluviosa de domingo, y la reconvierta en el lunes de la rutina, seguramente habrá muchos felices hinchas de Lanús vistiendo sus camisetas, camperones, o buzos. El de San Lorenzo también saldrá así, porque si ustedes pispean bien la ciudad, siempre hay un hincha de San Lorenzo, gane, pierda, o empate. Juegue una final o no.
Como dice un gran amigo, a los que gozan festejando goles ajenos, les contamos que para perder las finales hay que jugarlas. Sabemos que les duele San Lorenzo, por eso les alegra la tristeza.

  Por lo demás, ser hincha de San Lorenzo es de las cosas más lindas que elegí en mi vida, la más hermosa. Eso no cambia, ni con un 4-0 en contra. Ni con dos periodistas mintiendo campeonatos arreglados, ni con un gol de Sand en offside. Ser de San Lorenzo es muy diferente como dice la canción que baja desde la tribuna. Este es un club hecho por su gente. En dos semanas, cuando todo pase, a los únicos enfermos por los colores que veremos pintando la gris Buenos Aires, será a los que vistan, como siempre los colores azulgranas. 

¿Cómo lo sé?  Mirá a la gente en el final del partido. Cerrá los ojos, sacate la bronca que nos tenés, y contestame. ¿Te duele San Lorenzo? 

Si perdés, y feo, hay tres opciones:
1. Romper todo.
2. Irte.
3. Alentar como hace siempre #sanLorenzo. pic.twitter.com/snElWVcCgM

— Pablo Lafourcade (@PabloLafourcade) May 29, 2016


¿Qué no te va a doler la felicidad de los vivos que tantas veces mataron? 

Por Leandro Biaggio (@leondariokrosty)

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